En este artículo vamos a describir cómo es el proceso que resuelve el acceso de un navegador web a nuestro servidor cuando lo tenemos alojado en casa.
Para comprender completamente cómo se establece la conexión con un servidor web alojado en casa desde un cliente en internet, es esencial analizar cada paso del proceso con más detalle:
1. Resolución de nombre de dominio a través de DNS
Cuando un cliente en internet desea acceder al servidor web alojado en casa necesita conocer la dirección IP en Internet donde está alojado este servicio. Para ello comienza enviando una solicitud de resolución de nombre de dominio (www.NativoDigital.es) al servidor DNS que tiene configurado. En la imagen anterior, se está utilizado el servidor DNS de Cloudflare con la dirección IP 1.1.1.1 para resolver la solicitud que contiene el nombre de dominio del servidor web.
El servidor DNS responde a la solicitud proporcionando la dirección IP asociada con el nombre de dominio solicitado (71.100.50.10 en el ejemplo de la imagen). En nuestro caso, la dirección IP devuelta va a corresponder a la dirección IP pública asignada al router de nuestra casa.
Esta dirección en nuestro caso es dinámica. Por ejemplo, cambia cada vez que se reinicia nuestro router. Así que tenemos que asegurarnos de mantener esa dirección actualizada en el servidor DNS responsable de nuestro nombre de dominio (esta información se va difundiendo por todos los servidores DNS de Internet de forma automática).
2. Redirección de puertos por el router
Una vez que el cliente obtiene la dirección IP pública del nombre de nuestro servidor web alojado en casa, utiliza esta dirección IP para enviar una solicitud a nuestro router. La solicitud se realiza a través del puerto estándar HTTP (80) o el puerto seguro HTTPS (443), dependiendo del protocolo utilizado para acceder al servidor web.
Es importante entender que las direcciones asignadas por nuestro router al servidor web en la red local (LAN) no son accesibles desde internet. Son lo que se llaman direcciones privadas, así que el acceso a estas direcciones debe hacerse indirectamente a través del router que tiene mecanismos de traducción (NAT) para poder establecer esas conexiones entre el exterior (WAN) y el interior (LAN) de nuestra red.
El router, debe estar configurado para redirigir el tráfico entrante desde internet en los puertos 80 y 443 al servidor web en la LAN interna, de esta forma recibe las solicitudes del cliente y las redirige al servidor web en la red interna. Esto se logra mediante la configuración de reglas de reenvío (NAT) de puertos en el router, que especifican que todo el tráfico entrante a los puertos de servidor web (80 y 443) en realidad debe ser redirigido al servidor interno.
3. Conexión con el servidor web en la LAN
Una vez que la solicitud del cliente llega al servidor web alojado en casa (IP 192.168.1.200) desde el router, el servidor procesa la solicitud y genera una respuesta. Esta respuesta se envía de vuelta al cliente a través del router (IP 192.168.1.1), siguiendo el mismo camino inverso que la solicitud.
El router, que recibe la respuesta del servidor web, la reenvía al cliente a través de internet. Finalmente, el cliente recibe la respuesta del servidor web y puede visualizar el sitio web solicitado en su navegador web.
Desde el punto de vista del cliente, éste siempre se está comunicando con nuestro router, aunque en realidad las peticiones las resuelva el servidor web que hay en nuestra red local.
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